Presentamos el blog

Presentamos el blog

Un grupo de profesores y profesoras muy próximos a la Biblioteca tomamos la iniciativa de confeccionar este blog que se presenta con la finalidad de compartir experiencias en torno a la lectura. Es intención de los creadores de este blog que sea abierto a toda la Comunidad Educativa, tanto en la confección de las entradas como en los comentarios que puedan hacerse sobre los temas que se traten. Os invitamos a participar y convertiros en sus protagonistas.

miércoles, 23 de febrero de 2022

CERTAMEN DE MICRORRELATOS INSTANTÁNEOS: RELATOS PREMIADOS Y FINALISTAS

 Con motivo de la festividad de Santo Tomás de Aquino el Departamento de Lengua del IES Aljada convocó un certamen de microrrelatos instantáneos. Provistos únicamente de un bolígrafo y de su imaginación e ingenio, los alumnos y alumnas se enfrentaron al desafío de escribir en tan solo media hora un microrrelato en el que debían aparecer tres de las siguientes palabras seleccionadas al azar: ajedrez, blanco, amanecer y justicia


Os presentamos a continuación los relatos premiados para que disfrutéis de su lectura.
 ¡Enhorabuena a los microescritores ganadores!


1º Y 2º DE ESO:

José Luis Segura 2G-Gi

Se dice que hay soldados que luchan por la paz y la justicia, pero yo sé de soñadores que se sacrificaron por ella.

Valiente no es el que envía hombres armados como si de peones de ajedrez se tratase ’’por la paz’’ ni el soldado que se entrega, valiente es la gente que habla, analiza y daría su vida por la paz, simplemente para ver un nuevo amanecer en un mundo que no es en blanco y negro ni de buenos o malos.


Ghizlane Zouairi, 1ºG. Accésit.

Hundida en los pensamientos

Allí estaba hundida en sus pensamientos, sus ojos llenos de lágrimas y su mente estaba en blanco mirando el sol del amanecer buscando la justicia en el mundo y pensando que la vida está jugando con las personas, como en el ajedrez.

Y allí seguía, hundida en sus pensamientos y en soledad.




Sonia Gil Mateos, 1ºBi. Accésit:

Mientras veía el amanecer, jugaba una partida de ajedrez contra él mismo, viendo los colores rosados del cielo. Poco a poco se dio cuenta de todos los momentos que podría haber vivido con ella, si el juez hubiese hecho justicia. Tristemente, ya le quedaba poco.





Alba Pérez Pina, 2º B. Accésit

Aquella oscura habitación

Salí desconcertado y todavía seguían allí batallando en aquel insignificante tablero de ajedrez. Era demasiado molesto y abrumador ver a los dos bandos atacarse unos a otros, blancos y negros, unas simples fichas de diferentes colores, pero con un mismo objetivo. Solo quería salir a ver el amanecer que se encontraba fuera de aquella oscura habitación.




Antonio Rodríguez Navarro, 2º B. Accésit

Claros y oscuros

Buscar un amanecer era mi única esperanza en aquel momento, pero se volvía tan simple como una partida de ajedrez, todos luchábamos por la justicia como peones. Lo impresionante es que no sabíamos quién nos controlaba.




Sandra Espinosa Belmonte, 2º E. Accésit.

                                                                     JAQUE MATE

Amaneció el tercer día y se empezaba a parecer todo a una partida de ajedrez. Las piezas blancas buscaban justicia, pero las otras piezas no parecían querer lo mismo…





3º Y 4º DE ESO: 

José David Ibáñez Valencia. 4º ESO CI. Primer premio

Otro día más sin ella

Otro amanecer, otro día más me sorprendió ver a mi hijo jugando al ajedrez con su padre. No se fijaron en que estaba. Pasaron todo el día juntos, parecía como si yo no existiese. Cerca del anochecer se fueron con una paloma blanca a un descampado, soltaron la paloma y mi hijo le dijo a su padre:

- ¿Crees que mamá descansará en paz?

- Seguro que sí, hijo.



Ángel García Peñalver. 3ºESO B. Accésit

Aquella partida de ajedrez en la que se jugaría el significado del término “paz” se extendió hasta el amanecer.

Iban ganando las blancas, y los ideales de paz que custodiaban no eran precisamente pacíficos.


María Valverde García. 3º ESO E. Accésit

Tantos días de sufrimiento, de dolor, culpabilidad, ¡mil emociones corrían por mi mente! Al amanecer un 30 de enero me dirigí al juicio que tanto llevaba esperando. Como víctima me vestí de blanco, representando la alegría de mi interior, pues sabía que todo acabaría con la verdad, la paz y la justicia. 


David Ballester García, 4ºBI. Accésit

Y llegó el amanecer. La partida de ajedrez no llegaba a su fin y, a juzgar por el público, no daba indicios de terminar. Ya andaban desesperados, hasta que no le quedó otra que rendirse, sin ninguna posibilidad de seguir. A su familia le costó aceptarlo, pero no por ello le dejan de traer flores todos los años. 




Marcos López Moreno, 4º AI. Accésit

Ambos decían hacer lo que era justo, pero, fuesen negros o blancos, no les importaba acabar con la vida de algunos peones con tal de proteger al rey y ganar la partida. Aquella partida de ajedrez no se jugaba con fichas, sino con personas.



Noelia Albacete Moya, 4º AI. Accésit

Vi a una pareja discutiendo por una tontería; así que me acerqué para hacer justicia. Conforme me alejaba, noté cómo la tranquilidad volvía a ellos. 

Me encontré con un blanco bebé sollozando sin parar, sus padres parecían desesperados; así que me acerqué y, al distanciarme, escuché cómo se oían las risas de la criatura, aportando felicidad a la familia.

Ya había sido suficiente por hoy, así que volví al cielo para preparar el amanecer del día siguiente. Tenía que descansar para que saliera bien, que esto de ser la paz es un trabajo muy agotador. 


Álvaro Imbernón Nicolás, 4º E. Accésit

Anoche jugando al ajedrez

me vi inmerso en el vacío.

Tenía la mente completamente en blanco.

Mi enemigo acabó con mis piezas,

lo que hizo que me despertara 

y viera el amanecer.

Cuando terminé con jaque mate

levanté la mirada

y vi que jugaba contra mí mismo.


María Gómez Plaza, 4º A

Acababa de despertarme, tan pálida y blanca como una de esas gaviotas que encuentras en la playa disfrutando del amanecer. No era justo, pues yo también quería volar por encima del mar sin ahogarme en él. 

Rachel Ananganó Agualongo, 4ºA: La reina roja

Se hizo justicia sobre aquel tablero de ajedrez, donde aquella reina blanca fue ejecutada a manos del otro rey

Aitana Mejía Vásquez, 4º B

Nunca hubo justicia para ella. Como en una partida de ajedrez se encontró en jaque, sin movimientos a realizar. Su blanco vestido cubierto de rojo demostró que nunca hubo paz en aquella casa. 


Juan Antonio García Liza, 4ºB: Naturaleza diaria

El amanecer, la pelea infinita del blanco y el negro, ese momento de calma en la partida de ajedrez sin ganador ni perdedor, simplemente esa antigua tendencia de mutua destrucción sin motivo aparente.


Irene Sánchez Guirao, 4ºBI: Jaque mate

Aporreaba las puertas de aquella blanca habitación, sabía que si no ganaba esa partida de ajedrez antes del amanecer jamás saldría de allí. Debería haber sabido antes que mis malos actos en vida me acabarían trayendo aquí. 

Finalmente, me rendí, me senté en la silla que tenía detrás y escuché como la ronca voz del diablo me decía: “Jaque mate”. 


Ángel Stefan Asanache, 4º B: Rendido

Esa preciosa figura blanca de una reina acercándose lentamente a mí, cuando el sol se escondía y nacía aquel atardecer. Yo, impaciente, vestido de negro, dispuesto a perder la partida de ajedrez para ser su rey y me diga que sí. 


Laura Martínez Madrona, 4ºA: La guerra del ajedrez

Parpadeé un par de veces antes de pensar qué hacer. Si iba en caballo, los artilleros me mataban. Si actuaba como soldado, me esperaba un tanque. Pero, ¿y si esta vez soy el segundo al mando? Sí, puede que funcione. Me armé de valor y avancé diagonalmente, quedando delante de uno de nuestros caballos. Miré detenidamente: blanco o negro. ¿Quién ganará esta vez? El siguiente movimiento me dejó perplejo: su segundo al mando mató al mío. Contuve mi alegría mientras avanzaba con mi caballo. Llegué hasta su jefe y lo derroté. En ese momento, justo cuando empezaba a amanecer, yo gané la guerra por primera vez. Por fin hacer justicia por mi propia cuenta había servido de algo. Volví a parpadear varias veces y me fijé en lo que tenía delante: el tablero de ajedrez.

Y puede que ganar esa partida fuese importante para mí, pero tenía muy claro que otra guerra se desataría pronto. Igual que se inicia una partida de ajedrez. 


Daniel Macía Campos, 4ºAI: Guerra infinita

Aquel violáceo amanecer era el comienzo de nuestra nueva vida. Los altavoces del pueblo lo confirmaban: por fin habría justicia. 

Los vecinos corrían alegremente hacia la blanca fachada, la cola del hambre ya abría. Todos reíamos, cantábamos y nos alegrábamos del fin de la sangrienta guerra. La profecía se cumplía.

Un militar llegó; nosotros lo bendecimos. Llegaron más. Era una trampa. 




1º y 2º de Bachillerato

David González Alberola, B1ºBi. PRIMER PREMIO


Una pausa en la partida

Eran las ocho de un día frío, los primeros rayos del amanecer generaban largas sombras sobre el tablero de ajedrez. Unos reyes injustos habían lanzado a sus tropas a una feroz guerra. La partida estaba parada, piezas blancas y piezas negras se sonreían por primera vez. 

Con la declinación de la tarde volvieron al combate; sus sonrisas quedaron borradas.



Sofía Soler Cámara, B1ºBi. Accésit.

Amaneció en guerra y anocheció en paz

Casilla a casilla iban desapareciendo.

Ya solo quedaban en el tablero los dos reyes.

Ambos habían perdido su vida entera. 

Habían perdido a sus amadas, a las reinas, a sus torres, a sus caballos, a sus fieles alfiles y a sus peones, tan jóvenes…

El ajedrez les había enseñado que ninguno de los dos iba a ganar una vez han perdido a todos sus seres queridos.

En sus últimos movimientos, el rey blanco se acercó al rey negro y le susurró: “por fin estaremos en paz”.




Paula Martínez Pellicer, B1ºBi. Accésit.

Cambio de noche

Piden justicia y alzan una bandera blanca.

Lo que nadie sabe es que cuando amanece todo sigue igual y la bandera ha cambiado de color.






No hay comentarios:

Publicar un comentario