Presentamos el blog

Presentamos el blog

Un grupo de profesores y profesoras muy próximos a la Biblioteca tomamos la iniciativa de confeccionar este blog que se presenta con la finalidad de compartir experiencias en torno a la lectura. Es intención de los creadores de este blog que sea abierto a toda la Comunidad Educativa, tanto en la confección de las entradas como en los comentarios que puedan hacerse sobre los temas que se traten. Os invitamos a participar y convertiros en sus protagonistas.

domingo, 22 de abril de 2018

Día del Libro y Tercer Día Lector en el IES Aljada

El próximo lunes, 23 de abril, se celebra el Día del Libro. En el IES Aljada lo vamos a celebrar llenando los pasillos del instituto con poesía y música. Coordinados por las profesoras del Departamento de Lengua Española y Literatura y con la colaboración de los profesores del Departamento de Música, varios alumnos y alumnas leerán distintos poemas, acercando a través de sus voces la mejor poesía a todos cuantos abran las puertas de sus aulas para disfrutar de la misma.

Por otro lado, la próxima semana se celebra La semana solidaria en el IES Aljada. Aprovechamos esta circunstancia para que el Tercer Día Lector se realice durante la misma, concretamente el próximo martes, 24 de abril, a tercera hora, y tenga como tema los valores humanos como la solidaridad o la justicia, que tan presentes están en la literatura de todos los tiempos y culturas.

Como anticipo a estas jornadas literarias, publicamos algunos textos relacionados con la literatura y los libros o con la solidaridad y la justicia.
¡Felices lecturas!

Al fin de la batalla, 
y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre 
y le dijo: «¡No mueras, te amo tanto!» 
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo. 

Se le acercaron dos y repitiéronle: 
«¡No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!» 
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo. 

Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil, 
clamando «¡Tanto amor y no poder nada contra la muerte!» 
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo. 

Le rodearon millones de individuos, 
con un ruego común: «¡Quédate hermano!» 
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo. 

Entonces todos los hombres de la tierra 
le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado; 
incorporóse lentamente, 
abrazó al primer hombre; echóse a andar...

Resultado de imagen de poema masa de cesar vallejo completo


DISCURSO A LOS JÓVENES

De vosotros,
los jóvenes,
espero
no menos cosas grandes que las que realizaron
vuestros antepasados.
Os entrego
una herencia grandiosa:
sostenedla.
Amparad ese río
de sangre,
sujetad con segura
mano
el tronco de caballos
viejísimos,
pero aún poderosos,
que arrastran con pujanza
el fardo de los siglos
pasados.
Nosotros somos estos
que aquí estamos reunidos,
y los demás no importan.
Tú, Piedra,
hijo de Pedro, nieto
de Piedra
y biznieto de Pedro,
esfuérzate
para ser siempre piedra mientras vivas,
para ser Pedro Petrificado Piedra Blanca,
para no tolerar el movimiento
para asfixiar en moldes apretados
todo lo que respira o que palpita.
A ti,
mi leal amigo,
compañero de armas,
escudero,
sostén de nuestra gloria,
joven alférez de mis escuadrones
de arcángeles vestidos de aceituna,
sé que no es necesario amonestarte:
con seguir siendo fuego y hierro,
basta.
Fuego para quemar lo que florece.
Hierro para aplastar lo que se alza.
Y finalmente,
tú, dueño
del oro y de la tierra
poderoso impulsor de nuestra vida,
no nos faltes jamás.
Sé generoso
con aquellos a los que necesitas pero guarda,
expulsa de tu reino,
mantenlos más allá de tus fronteras,
déjalos que se mueran,
si es preciso,
a los que sueñan,
a los que no buscan
más que luz y verdad,
a los que deberían ser humildes
y a veces no lo son, así es la vida.
Si alguno de vosotros
pensase
yo le diría: no pienses.
Pero no es necesario.
Seguid así,
hijos míos,
y yo os prometo
paz y patria feliz,
orden,
silencio.
 ÁNGEL GONZÁLEZ  (1925-2008)


Los Nadies (Eduardo Galeano
Sueñan las pulgas con comprarse un perro
y sueñan los nadiescon salir de pobres,
que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte,
que llueva a cántaros la buena suerte;
pero la buena suerte no llueve ayer,
ni hoy, ni mañana, ni nunca,
ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte,
por mucho que los nadies la llamen
y aunque les pique la mano izquierda,
o se levanten con el pie derecho,
o empiecen el año cambiando de escoba.
Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada.
Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre,
muriendo la vida, jodidos, rejodidos.
Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no profesan religiones, sino supersticiones.
Que no hacen arte, sino artesanía.
Que no practican cultura, sino folklore.
Que no son seres humanos, sino recursos humanos.
Que no tienen cara, sino brazos.
Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local.

Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.

 Resultado de imagen de la justicia


FRASES SOBRE LA JUSTICIA y LA INJUSTICA.

“La injusticia es humana. Pero más humana es la lucha contra la injusticia” (Bertolt Brecht).

“La maldad es algo que las circunstancias, el entorno o la educación inculcan a los hombres: no es innata” (Nelson Mandela).

“La vida es muy peligrosa. No por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo que pasa.” (Albert Einstein).

“Cuando hagas algo noble y hermoso y nadie se dé cuenta, no estés triste. El amanecer es un espectáculo hermoso y, sin embargo, la mayor parte de la audiencia duerme todavía” (John Lennon).

“Si queremos un mundo de paz y de justicia hay que poner decididamente la inteligencia al servicio del amor” (Antoine de Saint-Exupery).

“Uno no puede ponerse del lado de quienes hacen la historia, sino al servicio de quienes la padecen” (Albert Camus).

“Me decían que eran necesarios unos muertos para llegar a un mundo donde no se mataría…” (Albert Camus).

Soy tan pobre tan pobre,
que no tengo ni madre.
Soy tan pobre tan pobre,
que no tengo ni nadie.
Que no tengo ni abrigo
que llevarme a los hombros.
No tengo ni belleza
que llevarme a los hombres.
Soy tan pobre tan pobre,
que no tengo ni labios
que llevarme a la boca.
¿Tenéis una mirada de ternura?
¿Os sobra algo de vino en la copa?
¡Un poquito de pez,
que tengo hambre!
Aunque sólo sea una mirada,
soy tan pobre, tan pobre,
que no tengo una sábana blanca...
pero si no la tengo no te vayas.
No tengo un hombro donde llorar a gusto.
No tengo un hombre donde zurcir palabras.
Unas manos, por caridad,
para las mías largas,
que tengo a mi corazón enfermo
y no tengo que darle una cucharada.
 Gloria Fuertes (1917- 1998)

Resultado de imagen de las desiertas abarcas
Las desiertas abarcas

Por el cinco de enero,
cada enero ponía
mi calzado cabrero
a la ventana fría.

Y encontraba los días
que derriban las puertas,
mis abarcas vacías,
mis abarcas desiertas.

Nunca tuve zapatos,
ni trajes, ni palabras:
siempre tuve regatos,
siempre penas y cabras.

Me vistió la pobreza,
me lamió el cuerpo el río
y del pie a la cabeza
pasto fui del rocío.

Por el cinco de enero,
para el seis, yo quería
que fuera el mundo entero
una juguetería.

Y al andar la alborada
removiendo las huertas,
mis abarcas sin nada,
mis abarcas desiertas.

Ningún rey coronado
tuvo pie, tuvo gana
para ver el calzado
de mi pobre ventana.

Toda gente de trono,
toda gente de botas
se rio con encono
de mis abarcas rotas.

Rabié de llanto, hasta
cubrir de sal mi piel,
por un mundo de pasta
y unos hombres de miel.

Por el cinco de enero
de la majada mía
mi calzado cabrero
a la escarcha salía.

Y hacia el seis, mis miradas
hallaban en sus puertas
mis abarcas heladas,
mis abarcas desiertas.

Miguel Hernández (1919-1942)




Carne de yugo, ha nacido
más humillado que bello,
con el cuello perseguido
por el yugo para el cuello.

Nace, como la herramienta,
a los golpes destinado,
de una tierra descontenta
y un insatisfecho arado.

Entre estiércol puro y vivo
de vacas, trae a la vida
un alma color de olivo
vieja ya y encallecida.

Empieza a vivir, y empieza
a morir de punta a punta
levantando la corteza
de su madre con la yunta.

Empieza a sentir, y siente
la vida como una guerra
y a dar fatigosamente
en los huesos de la tierra.

Contar sus años no sabe,
y ya sabe que el sudor
es una corona grave
de sal para el labrador.

Trabaja, y mientras trabaja
masculinamente serio,
se unge de lluvia y se alhaja
de carne de cementerio.

A fuerza de golpes, fuerte,
y a fuerza de sol, bruñido,
con una ambición de muerte
despedaza un pan reñido.
Cada nuevo día es
más raíz, menos criatura,
que escucha bajo sus pies
la voz de la sepultura.

Y como raíz se hunde
en la tierra lentamente
para que la tierra inunde
de paz y panes su frente.
Me duele este niño hambriento
como una grandiosa espina,
y su vivir ceniciento
revuelve mi alma de encina.

Lo veo arar los rastrojos,
y devorar un mendrugo,
y declarar con los ojos
que por qué es carne de yugo.

Me da su arado en el pecho,
y su vida en la garganta,
y sufro viendo el barbecho
tan grande bajo su planta.

¿Quién salvará a este chiquillo
menor que un grano de avena?
¿De dónde saldrá el martillo
verdugo de esta cadena?

Que salga del corazón
de los hombres jornaleros,
que antes de ser hombres son
y han sido niños yunteros.

Miguel Hernández (1919-1942)

Somos los hombres intranquilos
en sociedad.
Ganamos, gozamos, volamos.
¡Qué malestar!

El mañana asoma entre nubes
de un cielo turbio
con alas de arcángeles-átomos
como un anuncio.

Estuvimos siempre a la merced
de una cruzada.
Por nuestras venas corre sangre
de catarata.

Así vivimos sin saber
si el aire es nuestro.
Quizá muramos en la calle,
quizá en el lecho.

Somos entre tanto felices.
Seven o'clock.
Todos es bar y delicia oscura.
¡Televisión!

Jorge Guillén. Clamor: Maremágnum (1957).


Imagen relacionada


La vendedora de palabras. 
Isabel Allende

Belisa Crepusculario había nacido en una familia tan mísera, que ni siquiera poseía nombres para llamar a sus hijos.
Hasta que cumplió doce años no tuvo otra ocupación ni virtud que sobrevivir al hambre y la fatiga de siglos. Durante una interminable sequía  le tocó enterrar a cuatro hermanos menores y cuando comprendió que llegaba su turno, decidió echar a andar por las llanuras en dirección al mar, a ver si en el viaje lograba burlar a la muerte.
Belisa Crepusculario salvó la vida y además descubrió por casualidad la escritura. Al llegar a una aldea de las proximidades de la costa, el viento colocó a sus pies una hoja de periódico. Ella tomó aquel papel amarillo y quebradizo y estuvo largo rato observándolo sin adivinar su uso, hasta que la curiosidad pudo más que su timidez. Se acercó a un hombre que lavaba un caballo en el mismo charco turbio donde ella saciara su sed.
-¿Qué es esto?- preguntó.
-La página deportiva del periódico-replicó el hombre sin dar muestras de asombro ante su ignorancia.
La respuesta dejó atónita a la muchacha, pero no quiso parecer descarada y se limitó a inquirir el significado de las patitas de mosca dibujadas sobre el papel.
-Son palabras, niña.

ORDESA  
Hay libros domesticados que te dan siempre la razón, incluso cuando no la tienes. Y libros de perrera, pobres como chuchos sin dueño, la mayoría cubiertos por las pulgas del papel, que se llaman lepismas y también pececillos de plata, y que se comen las metáforas de las novelas del mismo modo que los piojos chupan la sangre a los perros callejeros. Hay tantas clases de libros como de perros. Perros y libros de todos los tamaños encuadernados en esto o en lo otro, impresos en esta familia tipográfica o en esta otra, ilustrados y sin lustre, de raza o vagabundos. Hay libros que vienen cuando silbas y te agasajan con la furia con la que el perro contonea el cuerpo cuando te ve llegar. Hay libros caniches y libros grandes, de razas oscuras, que se comen a los hijos de las visitas mientras los adultos toman café en el salón.
Y luego están los libros de criadero, que se atiborran de piensos compuestos y hacen menos ejercicio que un rodaballo en una piscifactoría. Los libros de piscifactoría, construidos a partir de lugares comunes, proporcionan al lector un número de calorías insuficiente, además de cantidades ridículas de ácidos grasos tipo Omega 3. A veces no se los distingue de los que nacen en el mar porque hemos perdido el gusto y confundimos la escritura con la caligrafía. Pero donde haya un buen libro de pincho, que se quiten los de serie.
Todo esto era para decir que, además de los mencionados, hay libros salvajes, como la lubina del Cantábrico, pura plata brillando al sol, que te duele cuando la pescas. Libros que lees boqueando, como si acabaran de sacarte de la atmósfera, o que te arrastran a las profundidades del océano. Libros como Ordesa, de Manuel Vilas, al que Dios confunda por rompernos el alma.
Juan José Millás

Resultado de imagen de libros bonitos

  


“EL LIBRO: MÁS QUE MATERIA”.
Octavio Paz perdió su biblioteca en un incendio acontecido dos años antes de su muerte. Oscar Wilde fue despojado de la suya -tenía volúmenes firmados por Verlaine, Mallarmé, Víctor Hugo, etc.- cuando fue recluido en la cárcel de Reading. Stefan Zweig perdió toda su biblioteca al huir para Brasil. No puedo concebir tormento mayor para un escritor. Solo un residente de la “República de las Letras” puede comprender la magnitud de tal pérdida, la intensidad del dolor que genera en el alma de aquellos para quienes los libros son seres vivientes, una especie de gran familia. Paz, Wilde y Zweig murieron poco después de que sus bibliotecas se quemaran o dispersaran. A su modo, los tres se suicidaron.

Como los seres inteligentes que son, los libros dialogan. Los hay que son locuaces, parlanchines; otros son más parcos, más económicos de palabras. Leer es siempre dialogar con un autor que quizás tenga quinientos años de muerto. Es cuestión de aguzar los oídos y percibiremos su voz que nos responde desde el fondo de los siglos.

El libro es una victoria sobre el tiempo y el espacio. Su poder es tal que convierte a ambos en mera ilusión. Mi vida está llena de amigos entrañables que vivieron hace siglos, en lugares inimaginablemente distantes.
Jacques Sagot. Pianista, escritor y diplomático costarricense.



La función del lector (1).

Cuando Lucía Peláez era muy niña, leyó una novela a escondidas. La leyó a pedacitos, noche tras noche, ocultándola bajo la almohada. Ella la había robado de la biblioteca de cedro donde el tío guardaba sus libros preferidos.
Mucho caminó Lucía, después, mientras pasaban los años.
En busca de fantasmas caminó por los farallones sobre el río Antioquia, y en busca de gente caminó por las calles de las ciudades violentas.
Mucho caminó Lucía, y a lo largo de su viaje iba siempre acompañada por los ecos de los ecos de aquellas lejanas voces que ella había escuchado, con sus ojos, en la infancia.
Lucía no ha vuelto a leer ese libro. Ya no lo reconocería. Tanto le ha crecido adentro que ahora es otro, ahora es suyo.


Eduardo Galeano. De El libro de los abrazos



          

JORNADA TEATRAL PARA 1º DE BACHILLERATO: UN PUÑADO DE PÍCAROS


Cortadillo es apresado en la Sevilla del S. XVII ¡Vaya, qué mala suerte! ¡Justo cuando él y su compañero de fatigas, Rinconete, habían decidido no seguir con aquella vida tan perdida y mala!

Pero Rinconete no le abandona. Juntos y con su habitual ingenio, urden un plan para tratar de quedar libres y Rinconete se cuela en el juicio, haciéndose pasar por el fiscal.
Podrán sobre la mesa del juicio todos sus ases escondidos en la manga y sobre las tablas del teatro  todas sus armas de pícaros...

Este es el argumento de Un puñado de pícaros, una obra dirigida por Nacho Vilar que realiza un entretenido recorrido por los clásicos de la picaresca de la  literatura española: Guzmán de Alfarache, El Buscón, El Lazarillo de Tormes, La Picara Justina...

El pasado día 10 de abril los alumnos de 1º de Bachillerato asistieron a la representación de esta obra, acompañados por sus profesores  y profesoras. Los alumnos disfrutaron del espectáculo porque tenía música y muchas referencias culturales a la actualidad que los hicieron conectar con la historia de los pícaros. Tras la representación hubo un coloquio final con el director que resultó clarificador.