Nunca me había gustado leer hasta
que, hace unos años, me di cuenta de que
leer era algo más que lo que se hace -casi por obligación- en clase de
Lengua. Descubrí que te permite viajar a
“otro mundo”, que te relaja, te acompaña y reconforta…
Voy a escribir sobre mi rincón de
lectura favorito. Es el balancín que hay en mi patio. Me encanta este sitio
porque me transmite tranquilidad; puedo relajarme y concentrarme, mientras miro
los árboles y el césped. Es un rincón “que me pertenece”, una parte de la casa
un poco escondida y apartada. Eso la hace más cómoda para leer. También tiene un valor sentimental, ya que de
niña me encantaba estar ahí con mi hermano pequeño y jugar balanceándonos.
Así que, aunque cualquier rincón
es bueno, para mí no hay lugar más especial que mi “balancín lector”.
Lucía Morales González,
IES Aljada
A mí, realmente, me gusta leer en
cualquier sitio de mi casa. Todos me transmiten esa sensación de relajación que
hace falta para disfrutar de un buen libro: el sillón de mi comedor (con su
lamparita que alumbra lo justo y
necesario); la cocina, mientras mis padres preparan la cena, o su
habitación… ¡es tan luminosa!
Hay muchos sitios buenos en mi casa para leer,
pero los que más me gustan son mi habitación y el jardín. La primera porque es como un refugio, me transmite confianza. Ahí, si cierro la
puerta y mi familia entiende que estoy leyendo, nadie me molesta. Para ellos es
muy importante. Respecto al jardín, me
encanta porque mientras leo estoy en contacto con la naturaleza. Suelo abrir mi
libro en un pequeño porche que hay en la entrada de la casa. Tiene un sofá y
una mesa bajita. Algunas noches encendemos varias velas. Un rincón, en
definitiva, muy relajante que asocio a la lectura y a momentos especialmente
felices.
Ana Noguera Navarro,
IES Aljada
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